La oportunidad de Peña

El miércoles 25 de enero se confirmó que se cumplirá la más sonada de las promesas de campaña del presidente Donald Trump, la construcción del muro en la frontera de México con Estados Unidos. Esta acción sumada a la amenaza de deportación masiva de indocumentados y la renegociación del Tratado de Libre Comercio son  un claro agravio a las relaciones entre estos dos países. Más allá de las repercusiones económicas que van a tener estas acciones, se está agraviando el respeto que México ofrece y pide ante la comunidad internacional.
El panorama actual del gobierno mexicano es por más desolador, el presidente Enrique Peña Nieto tiene un porcentaje de aprobación de tan solo el 12% de la población. El presidente más repudiado en la historia actual. La continuidad a las  políticas Neoliberales y las reformas estructurales que se han dado durante su mandato no ha funcionado (ni lo van a hacer) y si han hundido al país en una grave crisis de inflacionaria que pareciera no tener fin. No obstante, ante este lúgubre horizonte, el presidente Peña Nieto tiene una oportunidad de reivindicación, una oportunidad de evitar caer en la infamia, en la historia negra de este grán país. De tomar una postura nacionalista y proteccionista, el presidente podría ganarse el apoyo de una nación que a gritos pide un líder capaz de sacarla de este tobogán al desastre. De optar por una posición que fortalezca el mercado interno, re-nacionalización de los hidrocarburos, negociación con otras naciones en el plano comercial y decirle en su cara al presidente Trump que haga lo que quiera pues nosotros empezaremos a valernos por nosotros mismo, el pueblo mexicano lo apoyaría a él y a su odiado partido.
Lamentablemente pareciera que su orgullo y los intereses nacionales no le importan. Y vemos, con acciones como rechazar su participación en la CELAC,y quitar los aranceles a frutas y verduras que vengan de USA,  que  se va a continuar con una postura blandengue, neoliberal y absurda ante el negro panorama que se nos avecina. Como mexicanos demandamos la destitución inmediata del presidente en turno. Peña Nieto no nos representa, nunca lo ha hecho y no quiere hacerlo, no podemos esperar a ver qué sucede en 2018. Las riendas de este país deben ser tomadas por el pueblo ya.
Qué comience el debate.