jueves, 26 de enero de 2017

EL problema no es el TLCAN, es el sistema


El TLCAN o NAFTA (por sus siglas en inglés) es un tratado comercial firmado por Estados Unidos, México y Canadá. Su principal objetivo fue crear una zona comercial que elimine las barreras  al comercio y la circulación de bienes y servicios entre estos tres estados. En otras palabras los productos mexicanos deberían poder ingresar a esos países sin aranceles y viceversa; de igual manera las empresas podrían establecerse en cualquiera de estos países sin problemas. Sin embargo este tratado desde un principio fue injusto para México ¿Por qué? Simplemente porque al momento de la firma en nuestro país no existían empresas con la capacidad de exportar productos para contrarrestar la cantidad de empresas que entraron al país. El TLCAN hubiera sido beneficioso si, así como los recursos y divisas, también se hubiera incluido en el tratado el libre tráfico de la mano de obra (algo que abunda en el país) pero esto implicaría que se aceptarán el ingreso de mexicanos a los Estados Unidos y Canadá. A 26 años del ingreso al TLCAN México se ha llevado la peor parte: el mercado interno está destruido,  la producción del campo en deplorables condiciones (el país de las tortillas importa más maíz del que produce) y la brecha entre ricos y pobres no deja de crecer.  Algo bueno hay  que decir, gracias al TLCAN son muchas las empresas estadounidenses las que vienen a establecerse al país generando empleos a los connacionales. De modo que tenemos el panorama actual donde ambos países comparten gran porcentaje de sus importaciones y exportación comunes.
¿Entonces por qué Donald Trump dice que este tratado es “el peor firmado en la historia de Estados Unidos”?
La respuesta se encuentra precisamente en la característica expansiva del sistema capitalista. Cuando una empresa se instala en un territorio lo primero que hace es proletarizar a la población. Paradójicamente el capitalismo crea condiciones para la aparición de su “peor enemigo” el proletariado. (de manera muy simple vamos a decir que un proletariado es aquel que únicamente cuenta con la venta de su mano de obra para generar recursos) de manera que cuando una población esta proletarizada la empresa tiene que buscar un nuevo territorio en el que establecerse porque ya los costos de sus insumos y la mano de obra son elevados. (No es gratis que un obrero estadounidense pretenda cobrar más que un obrero latinoamericano) debido a eso las empresas emigran hacia países no industrializados donde pueden pagar sueldos más bajos por el mismo trabajo. Esto explica porque la zona del cinturón de hierro en estados unidos fue una importante zona de producción industrial el siglo pasado y ahora es una de las que padecen tasas de desempleo más amplias del país (las empresas ya se fueron) por eso tampoco es casualidad que una de las promesas de campaña de Trump sea devolver empleos a esta zona y ahora obligue a la industria automotriz a restablecerse en esta zona. ¿Pero realmente unas cuantas órdenes ejecutivas pueden revertir el curso natural de este absurdo sistema? Por supuesto que no! Y me atrevo a decir que con la ruptura del TLCAN las empresas no solo no van a regresar a Estados Unidos (porque van a buscar otro país en el cual establecerse) sino que estados como Texas van a tener graves problemas debido a los muchos beneficios que tienen con este tratado. Lo único que podría hacer Trump es aplicar impuestos a todos los productos extranjeros, no solo a los mexicanos y aun así a sus empresas no les conviene regresar a USA.

Ante este panorama es completamente explicable que Trump aún no haya roto el TLCAN y prefiera hablar de “renegociar”. Sin embargo un tratado tan lesivo para México no puede ser renegociado para mejorar nuestra situación sino para empeorarla. Lo mejor sería salirnos. Va ser un periodo turbulento con graves problemas de los que vamos a saber salir. La solución debe ser mirar hacia el sur como dijo Evo. Tratos comerciales con Rusia o China no deben ser vistos como una opción al menos no en gran porcentaje, sus fuertes economías van a amenazar tanto o más la nuestra de lo que hace la estadounidense.
¿Ustedes que opinan?

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