martes, 30 de julio de 2019

Albert Einstein consumia piedra y chemo para desarrollar sus teorias




Un nuevo estudio de la universidad de Oxford revela que Albert Eintein recurria al uso de piedra y chemo para poder plasmar sus sus teorias de tal forma que la gente común y corriente pueda entenderlo ya que el como tenia una inteligencia tan magnifica, no era nada comparable con la de el resto de la gente, en una comparación, seria como que el tratará de enseñarle algo a un chimpansé.



Esto se descubrio debido a que el cientifico Norman Kendrick revisando los manuscritos, encontro restos de polvo incristados en el papel, por lo cual, lo entrego al Antropologo Benito Garcia que con la ayuda del Historiador Raul Jimenez, pudieron determinar que efectivamente se trataba del compuesto vulgarmente conocido como Piedra. Ya de boca en boca se habia ido pasando la información de que el era bien chemo, pero nunca se habia podido corroborar hasta la fecha, esto lo hacia según los textos antiguos, porque al hechase unas buenas caladas, el lograba reducir un poco su velocidad sinaptica y hacer que la gente pudiera entenderlo un poco y aun asi era tan inteligente que solo unos cuantos podian tener el privilegio de entenderlo.

En otro texto se encontraron también restos de resina de Marihuana, que se dice que el usaba una Biblia para forjar sus gallos, pues no era tan facil conseguir papel de forjar pero si era muy común tener una Biblia.

La mota el solo la usaba para hechar unos buenos palos con su mujer y también para abrir mas la mente tratando de entender a la escoria que lo redeaba.

Sería dificil tratade de comprender la mente de Albert, pero de algo estamos seguros, le gustaba bastante la mota, es lo único que le daba la paciencia necesaria para poder seguir adelante, pues el sabia que algún dia la inteligencia avanzaría y sus teorias serian confirmadas.

Fue un hombre que nacio adelantado a su tiempo; la moraleja aqui es que, no importa si eres muy listo o muy torpe, nada evita que cualquier persona disfrute de una buena puesta y triste quieén vaya a la tumba sin haber probado.